Un Mensaje Sobre Inmigracion

La posición de nuestra Iglesia Católica sobre inmigración desde el principio ha sido una de bienvenida. El Pentateuco, es el nombre hebreo conferido a los primeros cinco libros de la biblia, caracteriza docenas de referencias de acoger al extranjero y está contenido como un acto de misericordia por Jesus en Mateo capítulo 25 (veinticinco). Además, nosotros entendemos que si no fuera por la hospitalidad y caridad de la gente de Egipto, ni la sagrada familia con el niño Jesus ni Moisés quien era un menor de edad sin acompañamiento, hubieran alcanzado la edad de su ministerio público. La razón por la cual el mandamiento de Dios de recibir y tratar al extranjero es con una bienvenida fue simple: La gente de Israel también una vez fueron extranjeros. Del mismo modo, muchos americanos tienen raíces de todas partes del mundo y nuestra experiencia ha sido pulida y fortalecida por ese encuentro cultural. En las historias de los irlandeses huyendo de unahambruna, los chinos huyendo una revolución, los somalíes huyendo de la guerra y los jóvenes de Centro América huyendo una violencia extrema de pandillas, vemos paralelos de nuestra sagrada familia y a moises. Hacemos memoria las grandes obras que podrían no haber sido logradas si no fuera por la generosidad, misericordia, y la bienvenida extendida al extranjero en Egipto.

A nuestra comunidad inmigrante, por favor sepan que su Iglesia y su obispo esta con ustedes. Nosotros continuamos defendiendo y orando por una reforma inmigratoria misericordiosa, compasiva, y justa tanto como un alejamiento de pólizas que crean los ambientes que obligan a los migrantes de abandonar a su querida patria en busca de paz, estabilidad, y mejores oportunidades. Estamos conscientes de sus cargas como muchos de nosotros, yo incluido, somos inmigrantes que caminamos por el mismo camino, navegamos los mismos mares, o volamoscruzando alos mismos cielos como tú lo hiciste. Tus cargas, sabemos, son muchas y nosotros esperamos poder caminar contigo ahora y siempre para poder hacer esa carga ligera.

Entonces oramos que el Espíritu descienda y permita una transformación radical en los corazones de nuestra comunidad:

- Que nuestros hermanos y hermanas inmigrantes puedan sentir bienvenidos y en casa en su Madre Iglesia.

- Que las autoridades gubernamentales puedan encontrar soluciones para proporcionar alivio a nuestra comunidad migrante.

- A los que tienen miedo o se openen a los indocumentados, que puedan ver a Cristo en estas personas y busquen, como nos dice el Papa francisco, construir puentes no paredes.